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jueves, 26 de agosto de 2010

PAULO FREIRE


De ninguna manera puede negarse la influencia que tuvo Paulo Freire en todos los países de Latinoamérica con su pedagogía de la liberación. Eran tiempos románticos, en que la juventud se sentía entusiasmada con la figura de los revolucionarios cubanos que habían logrado terminar con décadas de autoritarismo y personalismo en Cuba. Paulo Freire, exiliado de Brasil y pedagogo del continente, era también una figura emblemática, que movilizaba a millones de jóvenes con su prédica cultural. Frei no pudo dejar de interesarse en el gran pedagogo y le abrió las puertas cuando Freire fue expulsado de su patria. Paulo Reglus Neves Freire, nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, Brasil. Falleció el 2 de mayo de 1997, en Sao Paulo, por causa de un infarto agudo del miocardio, a los 76 años de edad. Según sus biógrafos, el joven Freire deseaba ser educador, pero como en la Universidad de Pernambuco no habían carrera relacionadas con la enseñanza, estudió leyes.


En el año 1947, a los 26 años, la Confederación Nacional de Industrias de Brasil le hace Director del Departamento de Educación y allí conoce de cerca las necesidades de los trabajadores y descubre que el gran problema nacional es el analfabetismo. En el año 1959 obtiene el grado de Doctor en Filosofía e Historia de la Educación. Como bien sabe quien conoce latinoamérica, en los años en que el joven Freire se recibe de abogado, éstos profesionales eran muy importantes y ocupaban los cargos políticos, las gerencias de los bancos y eran diplomáticos. El ejercicio privado los hacía fácilmente ricos. Y sin embargo supo renunciar a una vida fáciul, cómoda para dedicarse coekmpletamente a educar y tratar de desepertar a la niñez y a la juventud no solamente de Brasil, sino del mundo. Freire captó con rapidez que la educación de adultos no podía consistir simplemente en una entrega lineal de conocimientos, sino que debía estar entrecruzada en el tejido social de la cultura de la nación. En los años sesenta, la mitad de los habitantes del Nordeste de Brasil no sabían leer ni escribir. El problema era, entonces, interesar a los adultos en el aprendizaje, que debía ser diferente al método empleado con los niños. Además, razonó, este método tiene que estar inmerso en el medio que conoce el adulto. De esta simple reflexión se origina una metodología de la educación de adultos que daría la vuelta al mundo y le valdría a su autor una docena de doctorados Honoris Causa en las más grandes universidades. Cuando el general Castelo Blanco inicia el golpe militar el 31 de marzo de 1964, exilia a Freire por consideralo peligroso y por sus ideas de izquierda.


En Chile había sido recién elegido Presidente don Eduardo Frei, que como hemos señalado, estaba a punto de poner en marcha la trascendental reforma educacional en el país y se encontraba con carencia de maestros, de infraestructura y necesitaba urgentemente la colaboración de expertos, por lo que junto con aceptar a Freire como inmigrante le contrata como asesor. Radicado en Santiago de Chile, hace numerosos amigos en las filas de la Democracia Cristiana, el partido mayoritario, y tiene por primera vez tiempo para leer, discutir sus ideas y escribir sus primeros trabajos sobre la pedagogía de la liberación, basando parte de su pensamiento en las obras y trabajos de Freud, Adler, Jung y Fromm, autores que contribuye a divulgar desde lo que llama la psicología y pedagogía de la opresión. Frei realiza un monumental trabajo con el apoyo entusiasmado de la mayor juventud partidaria que hemos conocido en el país, jóvenes que inspirados en Freire recorrieron el país alfabetizando al pueblo y levantando escuelas. La necesidad de maestros hizo que las exigentes y excelentes Escuelas Normales de Chile se unieran en un tremendo esfuerzo por formar aceleradamente a los miles de maestros que necesitaba el Ministerio de Educación para cumplir los planes presidenciales en educación. Su libro Pedagogía del Oprimido, es una valiente denuncia sobre los más desvalidos de las sociedades latinoamericanas, en una época en que el tema se silenciaba, y filosofa sobre cómo la educación puede liberarlos de las tenazas de quienes abusan de ellos.

Por lo mismo, su obra es criticada en nuestro país como producto peligrosamente de izquierda y prefiere el maestro salir de Chile en 1970 para no afectar al proeyecto de su amigo, el presidente Frei Montalba quien lamenta su partida pero no hace nada por silenciar a los críticos. Veamos algunas ideas fundamentales de P. Freire: 1. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho. 2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado 3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos; nadie es una tabla rasa, siempre hay una historia detrás de cada niño y de cada familia. 4. Enseñar exige la corporización (concretización) de las palabras por el ejemplo; es una pedagogía del objeto, de la cosa, del producto y no de la teoría objetal. 5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando, es la novedad de pensar en la dignidad del educando. 6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad de parte del maestro. 7. Enseñar exige saber escuchar a los niños, interesarse en su mundo y en su pensar, 8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean 9. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación. Imitando al evangelio, el lema es la educación nos hace libres. 10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión 11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo 12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa 13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación 14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas 15. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos 16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre 17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados ignorantes son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una cultura del silencio 18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra, que tiene múltiples connotaciones y sentido en su realidad 19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización 20. La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACION del hombre. 21. La neutralidad no es posible en el arte educativo y en el acto educativo. Mi punto de vista es, el de los excluidos, el de los condenados de la tierra. 22. La mejor manera de pensar, es pensar en la práctica. 23. Cuando hablo de humildad, no estoy hablando de humillación, estoy hablando de una actitud fundamental de reconocer que en el otro hay siempre una parte de verdad, mismo en el otro contra el cual nosotros estamos luchando. 24. La actitud de escuchar, que está más allá de oír. Muchas veces nosotros oímos muchas cosas, pero tenemos que tratar de escuchar lo que el otro está queriéndonos decir, esto es una actitud fundamental. 25. La perseverancia hay que colocarla antes de una actitud, en la paciente impaciencia de transformar el mundo. Si alguno lee apresuradamente, sin cuidado, el ideario Freiriano, es fácil que crea estar ante una pedagogía con un fuerte recubrimiento marxista y el temor a la influencia de la revolución cubana y por la caza de brujas de los gobiernos de los Estados Unidos, muchos rechazan sin estudio alguno la filosofía de la educación de Freire. En la didáctica de Freire aparecen las palabras generadoras, de las cuales se desprenden ideas cercanas al entorno para que el alumno las capte en toda su tonalidad emocional de una realidad que empieza a entender.

Por ejemplo, la palabra generadora padre no solamente se refiere al progenitor, sino que al progenitor del que aprende, y es obrero, comerciante, policía o cesante; vive en la comunidad y sufre con ella; siente y actúa; está vivo y es sensible. La palabra adquiere una connotación emotiva, perdurable en el tiempo porque se une a la razón y al sentimiento. El método y su didáctica se entienden bajo los siguientes puntos: 1) La observación participante de los educadores, sintonizándose con el universo verbal del pueblo, 2) Búsqueda de las "palabras generadoras" buscando la riqueza silábica y su sentido vivencial para los alumnos y para cada uno de ellos en particular, 3) Codificación de las palabras en imágenes visuales que estimulen el tránsito de la cultura del silencio a la conciencia cultural, 4) Problematización del escenario cultural concreto, 5) Problematización de las palabras generadoras a través de un diálogo del "círculo de cultura", 6) Recodificación crítica y creativa para que los participantes se asuman como sujetos de su propio destino. Como el método implica un despertar a la realidad, trae consigo un cuestionamiento, un deseo de cambio, la búsqueda de explicaciones, la crítica social y todo esto, que es bueno, resulta muy malo y peligroso para los opresores, que son los

que tienen el poder y para los cuales todo cambio les hace temer pues no desean dejar lugar a ningún cambio que atenúe la opresión popular. Para los izquierdistas, la pedagogía de Freire era lo que deseaban conocer y aplicar; la pedagogía de la opresión pasaría a ser conocida como la pedagogía de la liberación y se tornaría una realidad tan temible como un arma de fuego para muchos países que no deseaban que sus pueblos despertaran. El problema es que los marxistas no entendieron que la educación trae los cambios en el largo plazo y Rusia y Cuba querían el cambio express, por lo que se desilusioraron prontamente y no apoyaron la única revolución que les habría ayudado ideológicamente: la educacional. El aporte de Freire a la reforma educacional -la única efectiva en má de cinco décadas- del Presidente Eduardo Frei Montalva fue más que nada teórica; pero permitió acelerar los programas de alfabetización, sobre todo en las áreas rurales y en los sectores depauperados de la capital y dio un marco teórico-pedagógico que tuvo connotaciones políticas inesperadas que la reforma de Frei no buscaba, pues no se deseaba dar la sensación al país que la educación se acercaría mucho a la izquierda o estaría dirigida por los marxistas, por lo que nuestro pedagogo abandonó, desilusionado pero no desanimado el país para convertirse en ciudadano del mundo. En Europa, Freire dio origen a innumerables tesis doctorales sobre su filosofía de la educación y sobre su didáctica. Era la primera vez que un pedagogo, por sí mimo, daba origen a una revolución del pensamiento. Falleció en su país, tranquilo y rodeado de la admiración y cariño de centenas de miles de maestros de todo el mundo, especialmente de nuestro continente.